SEMANA SANTA
Una procesión de Semana Santa
es mi cuerpo;
una pasión que se llora,
un ser que se pierde,
el aniversario de una muerte.
Cinco mil manolas ataviadas con mantillas
huelen a maquillaje y a vela en mi cuerpo.
Otros miles de verdugos
con capirote morado
sellan mi sentencia sin mostrar sus rostros
en el anonimato
de una colectividad corporal
que se vuelve contra mí
aún siendo mía.
Una tarima de madera es mi corazón
donde se suben a taconear mis pánicos,
donde se ríen de mí unos niños
haciendo teatros,
donde pisan la uva los licoreros
que alimentan mis noches de evasión.
Una tarima de madera
sin espectadores,
con un público inventado
por mi desesperación,
por mi desengaño.
Un incensiario que pendula
es mi órgano vital.
Un incensiario que bombea humo
en vez de sangre,
que me priva de vitalidad,
que me entumece la carne.
es mi cuerpo;
una pasión que se llora,
un ser que se pierde,
el aniversario de una muerte.
Cinco mil manolas ataviadas con mantillas
huelen a maquillaje y a vela en mi cuerpo.
Otros miles de verdugos
con capirote morado
sellan mi sentencia sin mostrar sus rostros
en el anonimato
de una colectividad corporal
que se vuelve contra mí
aún siendo mía.
Una tarima de madera es mi corazón
donde se suben a taconear mis pánicos,
donde se ríen de mí unos niños
haciendo teatros,
donde pisan la uva los licoreros
que alimentan mis noches de evasión.
Una tarima de madera
sin espectadores,
con un público inventado
por mi desesperación,
por mi desengaño.
Un incensiario que pendula
es mi órgano vital.
Un incensiario que bombea humo
en vez de sangre,
que me priva de vitalidad,
que me entumece la carne.
8 comentarios
belen -
Es mi historia? -
Un saludo.
miramar -
Yo más bien creo que, en todo caso, es un gran escenario de un gran teatro ;)
silvia -
la hora de las brujas -
vito -
belen -
la hora de las brujas -