UNA SIMPLE CAJA

Una caja sucia es la casa de mi alma,
una caja sucia y olvidada,
una caja sin cerrar pero que impide el paso,
una caja de cartón acartonado.
Una caja vieja pero recién fabricada,
una caja desgastada.
Una caja de polvo,
llena de microbios que engordan,
llena de trastos que estorban.
Sólo eso, una caja,
eso es mi alma,
una burda caja,
una ya redundante caja
que nada expresa y nada siente
sólo caja, sólo caja.
Una caja puta, una puta caja;
en la que nada cabe,
en la que todo sobra,
en la que quizá entrase todo si se limpiase,
en la que quizá entrase algo; pero
que sigue sucia, que sigue puta,
que sigue vieja y que sigue caja.

QUIERO ESTAR SUCIA

Busco un látigo de pasión en mi rutina
un latido que me abra las pupilas
de una vez por todas entre tanta insensatez
Huyo de la adultez
y me gustaría ser para siempre niña
para que me digan lo que tengo que hacer
y no hacerlo
para no tener miedo de bombardear mi oficina
de tirar gapos a la gente
de lanzar huevos por la ventana
y de reir, llorar y gritar cuando me entren ganas
Quiero correr todo el día hasta la saciedad
en todos los sentidos de la palabra
incluso en el más obsceno
Y llegar sucia a mi casa
y bañarme y ver en las esponjas barcos
y que el agua salga negra
porque ir manchada es la señal
de haber vivido un gran día.
Quiero estar perdida sin sentirme sola
quiero vagar y vaguear sin notar remordimientos
sin implorar perdón después a mi persona
sin abatirme por creer que pierdo el tiempo.

MUÑECO DE CUERDA

Llevo un casco de medusas en mi ombligo
para simular que estoy embarazada.
Llevo en la cabeza con silicona pegada
una almohada
para que parezca que estoy durmiendo.
Llevo pegamento en el bolsillo
para lapearme a lo que voy queriendo
y llevo sobre el ojo un campo magnético
para imantar mis mejores vistas.
Llevo una corbata en la rodilla
para que parezca que soy importante
y una goma apretada en el bíceps
para hacer creer que soy donante.
Tengo tatuado un culo en la barriga
para que la gente piense que duermo boca abajo
y llevo un manillar de bici en las manos
por si tengo que pedalear huyendo.
Además tengo un pene dibujado en la espalda
para parecer homosexual
y para ascender en el trabajo,
al que acudo siempre con una biblia y una enciclopedia
para simular inteligencia.
Llevo esparadrapo sujetándome los labios
para hacer como que hablo;
y he tatuado líneas en mis comisuras para simular sonrisas
y al costado de mis ojos, para reflejar patas de gallo.
Tengo dos pupilas tatuadas en los párpados
sólo para parecer despierta
y si me tiras de una cuerda
ando, canto, hablo y bailo.